Los que leéis
este blog sabéis que normalmente comparto experiencias que me han sucedido
durante la semana. Vivencias que tengan que ver con los escritores y las obras
que publicamos. En esta ocasión, el centro de mi atención ha sido para dos
escritores, entenderéis más adelante que no identificaré ni sus nombres ni a sus
obras, que se han enfrentado entre sí usándome a mí como interlocutora.
Dicho en una
frase: dos escritores publicados en nuestra editorial se han enfrentado y se
han recriminado el estilo “pésimo” de cada uno de ellos. ¡Ha sido una
experiencia única!
Supongo que
estaréis pensando por qué me he inmiscuido en una discusión ajena. Pero tenía
que cumplir mis tareas de representante de escritores, y en ellas está la de
hacer llegar la opinión de uno hacia el otro. Di mi palabra que lo haría y así
lo hice.
He disfrutado de
ver qué capacidad tan creativa puede desarrollar el ser humano, y todavía más y
mejor el ser humano que es escritor, para atacar verbalmente a un contrincante.
He disfrutado ante el análisis de cada uno respecto a la obra del otro, además
de que se tratan de un hombre y una mujer, con estilos totalmente opuestos y géneros distintos.
Alguno de vosotros
puede opinar que debería haber puesto paz entre ambas plumas, pero de hecho es que
ha resultado inspirador, y os recuerdo que ya grandes figuras literarias -Vargas
Llosa y García Márquez, entre muchos otros-se han enfrentado tanto físicamente como verbalmente.
Personalmente
creo que la tensión sexual es muy mala consejera y creo que no hay mejor manera
de empezar una relación que discutiendo, siempre desde el respeto y la
inteligencia. De hecho yo he forjado mis amigos de la infancia gracias a peleas
y malos comienzos. Tal vez parte del
encanto de la amistad y de cualquier relación
entre personas o personajes radica en el enfrentamiento, en la atracción no
explícita pero sí deseada, en el aparentar “no querer” pero anhelar que suceda… Quien sabe si algún día en
el pequeño ámbito de Marlex Editorial
nacerá una relación nueva entre escritores de géneros “literarios” opuestos y
enfrentados.
Lo que sí os
prometo es que las aventuras en esta peculiar familia no han hecho más que
empezar.
Esperamos el siguiente capítulo.
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