Esta semana estoy
leyendo sobre cine y videojuegos y aparece constantemente referencias a "la cuarta
pared”.
El concepto cuarta pared nace en el teatro, si pensamos en
el escenario entendemos que tiene tres paredes físicas y visibles, una en el
fondo y dos a los lados, pero en frente suele estar el público, es ahí donde debería
estar la cuarta pared. Normalmente se entiende por derribar la cuarta pared
cuando el espectáculo, sea cine, teatro o videojuegos, consigue interactuar con
el público y sorprenderle. Es un objetivo de casi todas las artes, sorprender e
interactuar con el espectador. Se me ocurren muchas películas pero propongo una
divertida donde aparece otro modelo de superhéroe, DeadPool, de Marvel Comics protagonizada
por el fabuloso Ryan
Reynolds. El peculiar anti héroe en mallas se pasa toda la película hablándole
al espectador. Nos esforzamos por implicar al espectador o consumidor de
nuestro contenido a través de recursos tecnológicos complejos y sofisticados y
hemos olvidado que la clave está en el argumento y la gramática, el uso del YO.
Literariamente no
pensamos en la mítica cuarta pared. Nos obsesionamos por describir y narrar pero
el lector quiere vivir en primera persona, llegar a una escena antes que el
propio protagonista. Tenemos que usar más la primera persona, abusemos del
YO. Socialmente se castiga el uso del Yo, nos enseñan a silenciar
nuestro ego pero los videojuegos lo han potencializado, de ahí su éxito.
Cómo conseguir que un niño lea una historia escrita en tercera persona cuando puede ser el protagonista de la aventura que elija a través de un simple clic en el teclado. Los videojuegos y el cine empoderan al espectador mientras que la lectura en tercera persona lo somete. Tenemos que relegar nuestro yo para más tarde ante una lectura de algo descriptivo.
Cómo conseguir que un niño lea una historia escrita en tercera persona cuando puede ser el protagonista de la aventura que elija a través de un simple clic en el teclado. Los videojuegos y el cine empoderan al espectador mientras que la lectura en tercera persona lo somete. Tenemos que relegar nuestro yo para más tarde ante una lectura de algo descriptivo.
¡Tenemos que
esforzarnos en hacerlo mejor! Hay que provocar y arriesgar, sin miedo a
equivocarse, es parte de la experiencia. Tenemos que tocar y mancharnos de vida
para poder hacer sentir a nuestro lector. Todavía recuerdo la descripción del
gran Gabo, García
Márquez, en Crónica de una muerte anunciada, cuando finalmente se comete el
asesinato tan anunciado. Lloré la primera vez que lo leí, sintiendo como se
escapaba la vida de aquel joven por una causa tan estúpida y simple. O cuando falleció,
Selma, la princesa protagonista en De
parte de la Princesa Muerta, de Kenizé Mourad. Es posible hacer vivir al
lector tan intensamente como cuando creamos los protagonistas,
pero sin duda no es fácil.
Nos enfrentamos a
lectores cada día más desentrenados en el hábito de la lectura y con más medios
disuasorios, por lo que tenemos que escribir mejor y encontrar historias que
empaticen y le hagan emocionarse. Es una necesidad forzosa o la lectura como
hábito y como pasatiempo pronto desaparecerá.
Me gusta el concepto de 'cuarta pared' para el entorno emocional, creo que las personas estamos rodeados de nuestro pasado, como pared trasera, nos rodea nuestra intención de ser y justo enfrente, la cuarta pared que nos limita y nadie ve: nuestros miedos. Rompámos esa pared y aparecerá el futuro.
Me gusta el concepto de 'cuarta pared' para el entorno emocional, creo que las personas estamos rodeados de nuestro pasado, como pared trasera, nos rodea nuestra intención de ser y justo enfrente, la cuarta pared que nos limita y nadie ve: nuestros miedos. Rompámos esa pared y aparecerá el futuro.
De acuerdo en la mayoría de lo que dices. Personalmente me gusta el uso de la primera persona tanto a la hora de escribir como a la de leer. Si puedes sentirte parte de la historia que lees, seguro que la disfrutas más que si eres un mero espectador, aunque supongo que habrá gustos para todo.
ResponderEliminarCorren tiempos difíciles para la lectura
EliminarEscribir tal vez sea el arte más egocéntrico que conozco, por eso el escritor, en ocasiones, se olvida del lector. Escribe para sí mismo.
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