martes, 29 de noviembre de 2016

Ando apagada pero no fundida

Para ser fiel a la filosofía de este blog, debo escribir sobre lo que me ha pasado esta semana. Eso me obliga a volver a hablar sobre la muerte y sobre la tensión de publicar en papel.

La muerte me vuelve a rondar, no directamente pero sobrevuela amenazante a familiares muy cercanos y queridos. Ante la extraña sensación que produce el diagnóstico de un cáncer, independientemente del estado o la fase en la que se encuentre, no se si será por mi madurez o por mi cansancio vital pero mantengo la calma. Una falsa calma disfrazada de sentido común que me recuerda que es parte de la vida, la muerte. “Es ley de vida”, me obligo a pensar. Quiero atar mis emociones y controlar. Gestionar los miedos de niña pequeña que llevo puestos porque si les doy rienda suelta me pondré a patalear contra el suelo maldiciendo al destino. Pero deseo ejercer y usar todos mis años para mirar a la muerte con calma y volverle a recordar que “de aquí no se va a llevar a nadie más, al menos hasta que yo lo diga”.

Cuando empezó esta nueva etapa de hospitales, café de máquinas y sesiones de quimioterapia, mientras bajaba en el ascensor sentí la muerte a mi lado, la miré directamente, mi calor se impuso a su extraordinario frío. Mi luz a su oscuridad, la miré a su vacío y me sentí más fuerte que ella. Ella es solo muerte, desea ser humana, pero es solo un trance, una trabajadora a tiempo completo para los caprichos del destino. Nunca se equivoca, su existencia es eternamente monótona y aburrida. Es una simple operaria, ejecutora de órdenes de alguien de más arriba o de más abajo, allá cada uno.

Qué más quisiera la muerte que ser yo, poder vivir todo lo que yo vivo en una hora, en un día. Poder soñar y desear lo que yo deseo. Ella no sabrá nunca qué puede suponer perder a un ser querido, porque no tiene ninguno. Está sola. Sola en la galaxia, en el destino, en la física cuántica. Nadie ha descubierto una fórmula que le conceda presencia física, que le otorgue el privilegio de materializarse aunque solo sea a través de una tiza y dejar su esencia vital en una pizarra. Si es que me da hasta pena ser muerte, porque yo soy vida.

Y mi vida tiene muchos nuevos retos cada día, uno de ellos laboral, la gestión de los títulos impresos en papel: los nuevos tiempos de producción, nuevas formas de comunicación, y ritmos distintos de gestión. Cada día es una pequeña aventura que me permite hacer algo que desearía la mismísima muerte: hacer realidad el sueño de otro, en este caso de vosotros, escritores y el poder ver vuestras obras en manos de lectores.

Por todo esto ando apagada pero no fundida (*), ando rompiendo con todo pero no para siempre, ando enfadada con muchas personas pero no amargada ni herida. Porque no soy una víctima de la muerte sino una guerrera de la vida.

Os recomiendo Ambkor, un grupo de rap barcelonés, esta canción me encanta



miércoles, 16 de noviembre de 2016

Peleas de escritores

Los que leéis este blog sabéis que normalmente comparto experiencias que me han sucedido durante la semana. Vivencias que tengan que ver con los escritores y las obras que publicamos. En esta ocasión, el centro de mi atención ha sido para dos escritores, entenderéis más adelante que no identificaré ni sus nombres ni a sus obras, que se han enfrentado entre sí usándome  a mí como interlocutora.

Dicho en una frase: dos escritores publicados en nuestra editorial se han enfrentado y se han recriminado el estilo “pésimo” de cada uno de ellos. ¡Ha sido una experiencia única!

Supongo que estaréis pensando por qué me he inmiscuido en una discusión ajena. Pero tenía que cumplir mis tareas de representante de escritores, y en ellas está la de hacer llegar la opinión de uno hacia el otro. Di mi palabra que lo haría y así lo hice.

He disfrutado de ver qué capacidad tan creativa puede desarrollar el ser humano, y todavía más y mejor el ser humano que es escritor, para atacar verbalmente a un contrincante. He disfrutado ante el análisis de cada uno respecto a la obra del otro, además de que se tratan de un hombre y una mujer, con estilos totalmente opuestos y géneros  distintos.

Alguno de vosotros puede opinar que debería  haber puesto  paz entre ambas plumas, pero de hecho es que ha resultado inspirador, y os recuerdo que ya grandes figuras literarias -Vargas Llosa y García Márquez, entre muchos otros-se han enfrentado tanto físicamente  como verbalmente.
Personalmente creo que la tensión sexual es muy mala consejera y creo que no hay mejor manera de empezar una relación que discutiendo, siempre desde el respeto y la inteligencia. De hecho yo he forjado mis amigos de la infancia gracias a peleas y  malos comienzos. Tal vez parte del encanto  de la amistad y de cualquier relación entre personas o personajes radica en el enfrentamiento, en la atracción no explícita pero sí deseada, en el  aparentar “no querer” pero  anhelar que suceda… Quien sabe si algún día en el pequeño ámbito de  Marlex Editorial nacerá una relación nueva entre escritores de géneros “literarios” opuestos y enfrentados.

Lo que sí os prometo es que las aventuras en esta peculiar familia no han hecho más que empezar. 

viernes, 11 de noviembre de 2016

Segundas partes


El refrán dice “nunca segundas partes fueron buenas” pero  dada mi condición innata de ser contestaria , estoy totalmente en contra. También niego la lógica numérica que después del primero viene el segundo.

Puede que penséis que tengo un mal día, lo que es verdad, pero todo esto viene porque en pocas horas saldrá a la luz una nueva novela, La Fruta Madura de Daniel Escriche, su primera novela que será publicada después de la segunda…Parece un lío propio de las comedias clásicas de los hermanos Max, pero es una realidad. Primero publicamos en papel la obra La naturaleza del fuego que en realidad ha sido su segunda novela. Y además, estamos leyendo  y valorando la segunda y tercera parte de la primera novela, La fruta madura.  

No os desvelaré mucho porque La fruta madura es sin duda la opera prima de Daniel Escriche. La agilidad y la brillantez de La naturaleza del fuego ha eclipsado ese primer trabajo. Ahora llega su momento, y la podréis leer en papel y en las principales librerías. Ha llegado la hora de descubrir a Mario Vizarri, un escritor  de éxito, cuarentañero, que llega a Barcelona para escribir y buscar historias, ya os adelanto que las encuentra. Primero en los sótanos de un mercado de Gracia donde un  amor de la guerra civil española reposa dormido esperándote a ti, lector, tienes que rescatarla y hacer que los personajes vuelvan a encontrarse antes de que sea demasiado tarde. Te toca a ti, leer, y conseguir que los sueños de los personajes toquen la luz de la vida, de la tuya.  

Siento mariposas en mi estómago de editora, curiosidad por leer la obra en papel. Pesaréis qué tontería pues ya la he leído y más de una vez, pero quiero ser lectora y emocionarme como lo haréis vosotros.  Tener en mis manos las 208 páginas maquetadas y perfectamente diseñadas  y recorrer la trepidante historia entre Barcelona y  Molló, redescubrir la ruta del exilio y lo que se perdió en aquella desafortunada guerra.


Tengo la manía de poner apodos y nombre a casi todo, a Daniel Escriche lo he apodado, “El escritor del Montseny, porque vive allí, porque conseguirá que su personaje se enamore y reencuentre su “ hogar dulce hogar” en Sant Pere de Vilamajor bajo la atenta mirada del Montseny. Sus historias tienen el ruido de la hojarasca de otoño multicolor de les Guilleries, el olor a setas y humedad de los bosques que rodean la falda del Monsteny.  La tranquilidad de esa eterna montaña que siempre nos invita a que la recorramos como el efímero resbalar de vuestro  dedo por las páginas de La fruta madura

Blog de Daniel Escriche
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