A veces nos referimos a actividades que nos sanan, nos ayudan a sentirnos mejor, normalmente nunca hablamos del trabajo como una de ellas. Os aseguro que los proyectos en los que estoy trabajando me renuevan, me sanan de distintas maneras.
Hoy, por fin, se empieza a distribuir El hombre que no entendió a Newton, de Jordi Márquez el escritor atípico con una obra nada convencional. Esta novela te gusta o la odias desde el primer párrafo. No se trata de esforzarse en leerla, si no te ha arrancado una sonrisa en la primera página y no te has enganchado a la historia en las primeras líneas, ya no lo conseguirás.
El mundo, o sea, mi mundo a partir de ahora se dividirá entre aquellos a los que les gusta esta obra y a los otros que no. No se trata de buenos o malos, sino de capacidad de empatizar, y cada uno lo hace con lo que puede. Esta novela es una brisa de aire fresco, de ingenuidad y fortaleza en un personaje que te fascina y enamora. Con un amor tierno, de aquellos que te hacen reír aun sabiendo que no será para siempre.
El hombre que no entendió a Newton es como un buen vino, lo mejor te queda después de haberlo leído. Al final de la historia comprendes que te has dejado llevar y que sabías que el personaje no estaría contigo para siempre…No obstante a través de sus discapacidades creces y las superas con él. Y en cuanto has empezado a leer ya no puedes bajar de la Torre Eiffel ni dejar de mirar Paris. ¡Qué bello todo desde allí arriba! Asómate a esta obra y entenderás lo que digo. ( Distribuida por Ben Vil)

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