Esta es la
definición de mi vida, visto así no pesan tanto los 46 años. Una página por
cada año, una novela sin duda cómica y divertida, algo caótica y siempre en
constante cambio.
Mr. Bean, interpretado por Rowan Atkinson y Tom Hanks en el papel de Forrest Gump |
¿No habéis sentido alguna vez que alguien escribe
el guion de vuestra vida? Yo sí, llámalo Dios o llámalo guionista cósmico. En mi
caso siempre he sentido que el guionista
de mi vida era Mr. Bean. Me podría haber tocado uno de Spielberg o bien un
guion de los hermanos Tarantino… ¡Mejor no pensarlo! Me quedo con mi novela, con
mi historia, sin saber el final ahora por fin llevo el pulso de la escritura de
mi vida.
Se acabaron las páginas en blanco, aunque
realmente en mi vida no las ha habido, sin embargo sí que hay páginas con
tachones y vuelta a empezar. Tachones y vuelta a empezar. Soy un personaje
femenino pero con alma masculina, una mezcla entre un intrépido Alatriste y una
delicada Odette, o cisne negro, un personaje informal que le gustan las formas.
Lo mejor de esta novela de mi vida, no es la
protagonista, son los personajes que la rodean
y la hacen posible. Muchas veces siento que soy una creación literaria a
medias entre Mr. Bean y Forrest Gump. Primero porque soy de naturaleza torpe y
muy despistada lo que resulta una mezcla realmente peligrosa. Tiendo a sufrir
accidentes domésticos con aparatos eléctricos y tareas tan fáciles como montar
un árbol de navidad se convierten en retos casi olímpicos. Escenas como caerme
dentro de un banco (oficina bancaria), “encima” ( literalmente) de un profesor de mi hijo, o
empezar a rascarme en una reunión y desabotonarme toda la camisa delante de
cinco hombres que no sabían a dónde mirar, también he confundido una bolsa de
plástico con un gato, en la playa me he acostado con un desconocido por
confundirlo con mi pareja…Supongo que entenderéis ahora lo que es sentirse un poco Mr. Bean.
Y por otra, en mi vida siempre se cruzan personajes
famosos e importantes, pero solo se cruzan, básicamente es una consecuencia de
mi despiste y es que en la mayoría de casos que he estado con gente digamos “importante”,
o bien no los he reconocido o bien me ha dado exactamente igual quiénes eran.
O sea que aquí estoy, tengo entre las manos
una obra con 46 páginas y no se hacia dónde me llevará este argumento. Lo que
sí se es que hace algunas páginas que decidí dedicarme a lo que más me gusta:
editar y escribir. Y que vosotros, lectores, sois los auténticos editores de mi
vida. Todavía estoy a tiempo de quedarme solo con ser poco más que un relato
corto y efímero. Aunque espero llegar a novela, corta, por lo de mi tamaño, pero
novela al fin y al cabo. Si puedo elegir quiero acabar siendo una Señora
Novela, de esas que la gente recuerda por cómo les ha hecho sentir.
Eres una enorme novela. Está escrito.
ResponderEliminarAhora soy una novela ruborizada
ResponderEliminarEs increíble ver como la novela de nuestras vidas va creciendo, la mía está por llegar a 67 el 28 de este mes, la verdad es que cada vez se escribe mas rápido. Al tiempo te das cuenta que solo eres uno mas y que encuentras muchos parecidos con mucha gente. Me encantó el comentario de que haces lo que quieres, de eso trata la vida, uno elige si quiere ser feliz o no. saludos.
ResponderEliminarParece una novela muy divertida!! Igual tendrías que plantearte convertirlas 46 páginas en 46 capítulos cortos. No te preocupes, no creo que se haga lenta,seguro que hay chicha para rellenar un montón de folios.
ResponderEliminarFelicidades!