miércoles, 22 de junio de 2016

Libros que matan

El detenido por el crimen de la diputada británica compró libros a un grupo neonazi de EEUU”
Titular de medio de prensa de la semana del 13 de junio 2016 a raíz del asesinato de la diputada laboralista J. Cox

Esta semana me ha llamado la atención este tipo de titulares. La muerte de Jo Cox me ha afectado mucho por todo lo que implica: como europea, como ciudadana que crecí en un mundo donde las fronteras desaparecían, como madre, como mujer, no puedo entender que en Europa alguien, en el siglo XXI, pueda morir por expresar  ideas. Este asesinato me  deja un poso de impotencia ante  los medios de prensa y la sociedad  que acusan a los libros como culpables,  es simplemente básico y estúpido el acusar a los libros y no a las armas.

¿Cómo puede matar un libro? ¿Puede la lectura inducir al crimen? Si un libro tuviera esa capacidad también la tendría de crear vida, generar ideas, inspirar romances… Si los libros fueran tan poderosos, no lo sería también quién los escribe. El escritor  podría dominar voluntades, contralar a personas…

Las administraciones prefieren censurar libros y palabras antes que detener la producción y el comercio de armas. Me pregunto qué es más poderoso una idea o un arma. Las armas matan en manos de asesinos. Las palabras lo hacen en mente de dictadores y sociópatas. Las armas pueden dejar de producirse pero las palabras están escritas y son inmortales.  No obstante los dictadores o asesinos siempre serán parte de la humanidad y encontrarán palabras que justifiquen el uso de las armas.

Creo en el poder de los libros en todos los ámbitos posibles, y por eso mismo os invito a usar la narrativa para dibujar la mejor forma de vosotros mismos y poder, así, despertar lo positivo e inspirador que hay dentro de aquellos que os lean. Es una buena manera de cambiar el mundo, reescribirlo y soñarlo juntos.  Lo mágico de escribir es que nunca sabes quién te va leer, quién va a desarrollar una idea que cambiará la historia después de haber leído aquello que tú has escrito. 

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