Después de tanto tiempo he querido hacer un vídeo, sin maquillaje, sin producción, aun teniendo el equipo… ¡Y sin Photoshop! Necesitaba sentiros cerca, contaros qué estamos haciendo, qué hemos aprendido y hacia dónde iremos. Creo que este paro- forzado- ha sido ventajoso y nos ha permitido tener un enfoque más abierto y real de muchas cosas. Tenemos que optimizar nuestros recursos, tanto humanos como económicos, son limitados pero no por ello menos eficaces. Y aprender donde invertir tanto esfuerzo.
Sin más os dejo con el vídeo, son más de 8 minutos, me hubiera gustado ser más breve pero me ha resultado imposible. Os informo que el lunes 27 y martes 28 estaré en Madrid y que si os apetece nos vemos y tomamos un café, avisarme con tiempo porque tengo la agenda bastante completita. ¡Un abrazo a todos y gracias por estar ahí!
Feliz 2017 desde un espacio no digital, parece ciencia ficción pero es mi vida real, sin servidores, sin las webs operativas, sin actuar en Facebook. Todo está “de revisión y ajustes”. Es algo parecido a “hacer stock” en las empresas de cosas físicas. Las que estamos en internet también tenemos que ajustar y reajustar cosas. Mientras, facturamos y contamos descargas, analizamos comportamientos e intentamos prever qué querrá el lector en el 2017. Estamos releyendo obras que serán impresas. Y obras impresas en otros países que traduciremos. Eso es un gran reto, y vuelvo a tener mariposas editoriales revoloteando en mi estómago. Es una gran responsabilidad tener un título que es un éxito en otro país y presentarlo en tu idioma. Vamos a apostar por el papel sin dejar de tener la presencia en el ciberespacio porque creo haber encontrado la causa de la falta de éxito de las descargas de libros digitales: la vinculación.
Cuando compras un libro en papel te vinculas a él, te comprometes a leerlo, es una responsabilidad de dos: el libro que está ahí y tú. Una pareja perfecta que puede existir sin molestarse. Un compromiso que se adquiere en una librería y que se desarrolla en la alcoba o en el salón, lejos de la mirada ajena. Pero las descargas vinculan en sí mismas, es una acción que implica un “sí quiero” para siempre y dura segundos el efímero clic.
Mientras que comprar un libro puede ser un mero capricho de comprador compulsivo o un regalo para un tercero, una descarga es una voluntad de compromiso de lectura casi obligado. ¿Quién descarga para no leer? ¿Y quién quiere una vinculación para toda la vida? Habiendo opciones más discretas, si compras un libro y no te gusta, lo dejas en la estantería y sales a comprar otro. Sin embargo si un ebook no te ha gustado, qué haces con él, queda almacenado en la estantería virtual de alguna aplicación de lectura. Pero nadie más puede verlo, no lo sacarás para quitarle el polvo, ni mirarás si te has dejado un puntolibro entre sus páginas, tampoco irás a releer la dedicatoria que quizás alguien, que se ha cruzado en tu camino, haya querido dejarte escrita en la primera página.
¡Ya estamos en 2017! y suena a futuro pero es el presente. Vienen los reyes cargados de regalos y la mayoría de las personas está todavía entre turrones y polvorones pero yo ando con los nervios a flor de piel porque solo pienso que “pasado mañana” es Sant Jordi y hay mucho por hacer. Siento que el país lleva aletargado desde el “black Friday” que os recuerdo fue el 24 de noviembre y como hubo el puente-acueducto de la Purísima sumado a más ganas de vacaciones de navidad, con tanto empacho de fiesta y de parón nacional, aquí todos a correr porque se pasa el año en cuatro días. Y los objetivos de principio de año, como nos descuidemos, ya mejor los dejamos para el siguiente por aquello de no precipitarnos.
Para los lectores curiosos, no he hecho lista de propósitos como anuncié en Facebook, solo quiero acabar los que me faltan de 2016, que son muy pocos. Cuando haya acabado esos pues formularé nuevos, siempre me queda llegar a tiempo para el año nuevo chino que es en febrero. De hecho ahí empieza siempre mi año. ¡Sed felices!
Así empezaba el post del año pasado, la verdad es que podría
empezar este de la misma manera, pero gracias a los resúmenes del año 2016 de
mi propia vida que me ofrecen las empresas como Google, Facebook y demás
plataformas recapitulo y descubro que ha habido más momentos buenos que malos.
Cuando salgo a correr es como meditar en movimiento, entro
en un estado de concentración en el que aparecen ideas en mi cabeza de una forma
clara y nítida. Hace unos días, en mi última carrera, la frase que me regaló el
universo fue: “si he llegado hasta aquí leyendo lo que leía, tengo que cambiar
de lectura, descubrir nuevos libros”. Estoy en ello con todas mis fuerzas.
Si bien, ha sido un libro, o mejor dicho un ebook y una
escritora que me ha marcado este año 2016: Lucía Ros, una joven periodista,
algo cabezota, que a pesar de su juventud posee un gran sentido de la vida en
pareja y me ha enseñado el papel de la mujer como herramienta de cambio en su propio destino. Espero
poder demostrar lo que os digo con hechos y producir contenido durante el 2017 que
refleje lo aprendido. Su novela Encuentros bajo la piel, la hemos clasificado de
romántica, con un argumento lineal, fácil de leer, el núcleo de la trama es una mentira: Un beso
indebido.
Alguno de vosotros puede pensar que eso es infantil o sin importancia
pero la mentira es la semilla de un tumor en la vida en pareja.No hay mentira
pequeña ni justificable. La sociedad protege y promueve la mentira, la tolera y
le da credibilidad. La convierte en verdad y eso es una causa de destrucción
masiva de muchas estructuras: familiares, políticas y económicas.
Encuentros bajo la piel,
ha sido la novela que me ha hecho cuestionarme muchas cosas. En
ocasiones cosas sencillas nos revelan grandes misterios. Evidencias que las
tenemos delante y nos acostumbramos a ignorarlas. En este año 2016 ha muerto
una ridícula parte de mí para renacer
todo el resto, infinitamente más grande y poderosa.
En el año 2015 afirmaba que dejaba mi piel por el camino, en
el 2016 se me ha quedado también algún órgano, literalmente hablando. Pero el
renacimiento vale la pena. Junto a la piel y mi riñón a medio funcionamiento,
dejo muchas personas. Amigos que los creía así, gente que solo eran buenos para
fiestas, ejércitos de zombis que pueblan la tierra, adoradores de las mentiras,
les recuerdo que la verdad descansa en el silencio, que yo vivo…VIVO cada minuto con aire fresco y
libertad escalofriante. Llego al 2017 prácticamente desnuda, sin dinero, sin
amigos “de los de antes”, pero con nuevas hermanas y nuevos amantes que están
cuando los necesito, sin pedir nada a cambio, sin mentiras ni falsas
expectativas.
Llego al 2017 con una nueva faceta de madre, nunca pensé que
mis hijos serían mi mejor inversión, ellos me han devuelto algo que es impagable:
me han recordado quien soy. Me han empujado a romper con todo, sin miedo, juntos reímos y lloramos por igual, sin
vergüenza. La música nos protege y YouTube nos ilumina en los momentos de
oscuridad.
O sea que SÍ, afirmativo, 2016 ha sido un buen año, duro, pero
determinante y feliz,
Hace días que no
escribo porque salgo de un periplo
personal, por si alguien no acaba de
entender el término periplo, se refiere a realizar un viaje con regreso al
punto de partida.
Parece ridículo un
viaje a niguna parte, pero sí, a veces, reencontrarse uno mismo tiene su
dificultad. Suena bastante simple o incluso estúpido por aquello de decir ¡cómo diablos te puedes olvidar de ti mismo
en tu propia vida! No sé explicar bien cómo ocurre, pero que sucede es bien
cierto y doy fe de ello. Seguiré trabajando en cómo explicarlo después de
navidad, porque YA ES NAVIDAD, otra vez.
Los medios de
comunicación se llenan de anuncios de colonias, juguetes y ONG’s, entre tanto
estrés consumista la gente piensa en aquellos que no tienen las mismas oportunidades
que nosotros. Tal vez deberíamos ser nosotros los que pensáramos si lo que
hacemos vale la pena.
En mi caso, a pesar del caos político mundial y el personal no
puedo evitar volver a emocionarme por navidad y he decidido ser anfitriona de
ella. A pesar que las fuerzas electrónicas se conjuran en mi contra: tengo el
horno averiado, una puerta estropeada y demás remiendos caseros por hacer,
decido ser anfitriona de los sueños de
los míos porque cada día somos menos y más viejitos. Hay que regalar tiempo
compartido aunque los regalos, los que se envuelven en papel, no sean lo
esperado, las risas y los momentos que disfrutaremos serán únicos e
irrepetibles.
Yo ya tengo mi
regalo: la estrategia comercial de 2017. Hace justo un año ni imaginaba que algunos títulos de Marlex estarían
en las librerías, sí, más despacio de lo que mi inquietud comercial desearía,
pero están. Y tenemos que estar más y
mejor. Nuevos formatos y nuevas obras por las que trabajar, títulos del
extranjero, sin olvidar “nuestra
cantera”, obras para adaptar y nuevas aventuras que seguro nos depararán el año
próximo. Solo quedan cuatro días laborables, operativos, antes de que se acabe el año y en ellos tenemos que dejar
trazadas las líneas a seguir, evitaremos así un viaje a ninguna parte, seremos
los capitanes de nuestro sello y navegaremos hacía nuevos puertos.
Pero ya
hablaremos del próximo año la semana que viene, ahora solo importa que es
NAVIDAD, otra vez.
¡Ah!, no os
olvidéis de regalar lectura, en papel o ebook,
pero siempre lectura.
Justo en la semana en la que se hace público que Amazon abrirá su primera tienda física en Seattle, EEUU, su ciudad natal, se confirma lo que hace tiempo que decimos en Marlex:el salto de internet al mundo físico es posible.
Salvando las comparaciones, nosotros también nacimos siendo solo digitales y ahora se cumple el primer mes de nuestra entrada en las librerías. Es maravilloso ver cómo todo cambia y se transforma. Nuevos formatos y nuevas formas de pago se desarrollan y dejan pasmados a entidades bancarias que pretenden seguir castigando a sus clientes con comisiones. Seguir mirando al mundo con desdén porque piensan que rendimientos pasados tienen que asegurar sus beneficios futuros. No se han aplicado la filosofía que tan prepotentemente indicaban a sus clientes, y ahora, aunque se agarren con uñas y dientes a su mediocridad burocrática, se convierten en productos no asegurables y financieramente inviables.
Esto lo dirijo hacia la banca española porque ha llegado al día que es más agradable tratar con un cajero, al cual le puedes dar un puntapié sin que se queje, que lidiar con algunos cajeros de carne y hueso que parecen tener serios problemas para leer instrucciones básicas de sus propios prospectos.
Más o menos pasa lo mismo en el mundo editorial, siguen luchando por no apostar por nuevos formatos, nuevos escritores, y la mayoría prefiere no cambiar antes que adaptarse a los cambios que se establecen sin permiso de nadie.
En mi caso, más que adaptarme, prefiero inventar y provocar el cambio. Aunque duela, algunas decisiones son hirientes, hay que descartar y elegir, apostar sin ver del todo. Delegando en nuestro instinto constructor de ideas y de nuevos formatos. Hay que confiar en nuevas personas y levantar el pie para pisar un puente que parece de cristal pero si no pisamos, no sabremos de qué tipo de material es ese nuevo camino.
Puede que alguien piense que arriesgo, yo lo considero una apuesta segura a la opción de seguir avanzando pero, ante la duda, me sumerjo en mis lecturas presentes a sabiendas que no me defraudarán, nunca.
Los nuevos títulos que entraremos en papel en las próximas semanas son los siguientes:
Malva, una aventura de amor juvenil entre razas invasoras, una historia de adaptación y lucha escrita en forma de diario.
Jennifer Palau
El hombre que no entendió a Newton, lo considero un cuento maravilloso que nos enseña a entender nuestras discapacidades y la importancia de pertenecer a algún grupo o colectivo humano por extravagante que sea.
Jorge Márquez
Sin más, os dejo porque tengo que seguir leyendo, pero os recomiendo una canción para que os pintéis la cara color esperanza y quitarse los miedos, dejarlos ahí fuera...
Para ser fiel a la filosofía de este blog, debo escribir sobre lo que me ha pasado esta semana. Eso me obliga a volver a hablar sobre la muerte y sobre la tensión de publicar en papel.
La muerte me vuelve a rondar, no directamente pero sobrevuela amenazante a familiares muy cercanos y queridos. Ante la extraña sensación que produce el diagnóstico de un cáncer, independientemente del estado o la fase en la que se encuentre, no se si será por mi madurez o por mi cansancio vital pero mantengo la calma. Una falsa calma disfrazada de sentido común que me recuerda que es parte de la vida, la muerte. “Es ley de vida”, me obligo a pensar. Quiero atar mis emociones y controlar. Gestionar los miedos de niña pequeña que llevo puestos porque si les doy rienda suelta me pondré a patalear contra el suelo maldiciendo al destino. Pero deseo ejercer y usar todos mis años para mirar a la muerte con calma y volverle a recordar que “de aquí no se va a llevar a nadie más, al menos hasta que yo lo diga”.
Cuando empezó esta nueva etapa de hospitales, café de máquinas y sesiones de quimioterapia, mientras bajaba en el ascensor sentí la muerte a mi lado, la miré directamente, mi calor se impuso a su extraordinario frío. Mi luz a su oscuridad, la miré a su vacío y me sentí más fuerte que ella. Ella es solo muerte, desea ser humana, pero es solo un trance, una trabajadora a tiempo completo para los caprichos del destino. Nunca se equivoca, su existencia es eternamente monótona y aburrida. Es una simple operaria, ejecutora de órdenes de alguien de más arriba o de más abajo, allá cada uno.
Qué más quisiera la muerte que ser yo, poder vivir todo lo que yo vivo en una hora, en un día. Poder soñar y desear lo que yo deseo. Ella no sabrá nunca qué puede suponer perder a un ser querido, porque no tiene ninguno. Está sola. Sola en la galaxia, en el destino, en la física cuántica. Nadie ha descubierto una fórmula que le conceda presencia física, que le otorgue el privilegio de materializarse aunque solo sea a través de una tiza y dejar su esencia vital en una pizarra. Si es que me da hasta pena ser muerte, porque yo soy vida.
Y mi vida tiene muchos nuevos retos cada día, uno de ellos laboral, la gestión de los títulos impresos en papel: los nuevos tiempos de producción, nuevas formas de comunicación, y ritmos distintos de gestión. Cada día es una pequeña aventura que me permite hacer algo que desearía la mismísima muerte: hacer realidad el sueño de otro, en este caso de vosotros, escritores y el poder ver vuestras obras en manos de lectores.
Por todo esto ando apagada pero no fundida (*), ando rompiendo con todo pero no para siempre, ando enfadada con muchas personas pero no amargada ni herida. Porque no soy una víctima de la muerte sino una guerrera de la vida.
Os recomiendo Ambkor, un grupo de rap barcelonés, esta canción me encanta
Los que leéis
este blog sabéis que normalmente comparto experiencias que me han sucedido
durante la semana. Vivencias que tengan que ver con los escritores y las obras
que publicamos. En esta ocasión, el centro de mi atención ha sido para dos
escritores, entenderéis más adelante que no identificaré ni sus nombres ni a sus
obras, que se han enfrentado entre sí usándome a mí como interlocutora.
Dicho en una
frase: dos escritores publicados en nuestra editorial se han enfrentado y se
han recriminado el estilo “pésimo” de cada uno de ellos. ¡Ha sido una
experiencia única!
Supongo que
estaréis pensando por qué me he inmiscuido en una discusión ajena. Pero tenía
que cumplir mis tareas de representante de escritores, y en ellas está la de
hacer llegar la opinión de uno hacia el otro. Di mi palabra que lo haría y así
lo hice.
He disfrutado de
ver qué capacidad tan creativa puede desarrollar el ser humano, y todavía más y
mejor el ser humano que es escritor, para atacar verbalmente a un contrincante.
He disfrutado ante el análisis de cada uno respecto a la obra del otro, además
de que se tratan de un hombre y una mujer, con estilos totalmente opuestos y géneros distintos.
Alguno de vosotros
puede opinar que debería haber puesto paz entre ambas plumas, pero de hecho es que
ha resultado inspirador, y os recuerdo que ya grandes figuras literarias -Vargas
Llosa y García Márquez, entre muchos otros-se han enfrentado tanto físicamente como verbalmente.
Personalmente
creo que la tensión sexual es muy mala consejera y creo que no hay mejor manera
de empezar una relación que discutiendo, siempre desde el respeto y la
inteligencia. De hecho yo he forjado mis amigos de la infancia gracias a peleas
y malos comienzos. Tal vez parte del
encanto de la amistad y de cualquier relación
entre personas o personajes radica en el enfrentamiento, en la atracción no
explícita pero sí deseada, en el aparentar “no querer” pero anhelar que suceda… Quien sabe si algún día en
el pequeño ámbito de Marlex Editorial
nacerá una relación nueva entre escritores de géneros “literarios” opuestos y
enfrentados.
Lo que sí os
prometo es que las aventuras en esta peculiar familia no han hecho más que
empezar.