miércoles, 22 de febrero de 2017

Un poco de todo

Después de tanto tiempo  he querido hacer un vídeo, sin maquillaje, sin producción, aun teniendo el equipo… ¡Y sin Photoshop! Necesitaba sentiros cerca, contaros qué estamos haciendo, qué hemos aprendido y hacia dónde iremos. Creo que este paro- forzado- ha sido ventajoso y nos ha permitido tener un enfoque más abierto y real de muchas cosas. Tenemos que optimizar nuestros recursos, tanto humanos como económicos, son limitados pero no por ello menos eficaces. Y aprender donde invertir tanto esfuerzo.

Sin más os dejo con el vídeo, son más de 8 minutos, me hubiera gustado ser más breve pero me ha resultado imposible. Os informo que el lunes 27 y martes 28 estaré en Madrid y que si os apetece nos vemos y tomamos un café, avisarme con tiempo porque tengo la agenda bastante completita. ¡Un abrazo a todos y gracias por estar ahí!

martes, 3 de enero de 2017

Leer implica vincularse


Feliz 2017 desde un espacio no digital, parece ciencia ficción pero es mi vida real, sin servidores, sin las webs operativas, sin actuar en Facebook. Todo está “de revisión y ajustes”. Es algo parecido a “hacer stock” en las empresas de cosas físicas. Las que estamos en internet también tenemos que ajustar y reajustar cosas. Mientras, facturamos y contamos descargas, analizamos comportamientos e intentamos prever qué querrá el lector en el 2017. Estamos releyendo obras que serán impresas. Y obras impresas en otros países que traduciremos. Eso es un gran reto, y vuelvo a tener mariposas editoriales revoloteando en mi estómago. Es una gran responsabilidad tener un título que es un éxito en otro país y presentarlo en tu idioma. Vamos a apostar por el papel sin dejar de tener la presencia en el ciberespacio porque creo haber encontrado la causa de la falta de éxito de las descargas de libros digitales: la vinculación. 

Cuando compras un libro en papel te vinculas a él, te comprometes a leerlo, es una responsabilidad de dos: el libro que está ahí y tú. Una pareja perfecta que puede existir sin molestarse. Un compromiso que se adquiere en una librería y que se desarrolla en la alcoba o en el salón, lejos de la mirada ajena. Pero las descargas vinculan en sí mismas, es una acción que implica un “sí quiero” para siempre y dura segundos el efímero clic.

Mientras que comprar un libro puede ser un mero capricho de comprador compulsivo o un regalo para un tercero, una descarga es una voluntad de compromiso de lectura casi obligado. ¿Quién descarga para no leer? ¿Y quién quiere una vinculación para toda la vida? Habiendo opciones más discretas, si compras un libro y no te gusta, lo dejas en la estantería y sales a comprar otro. Sin embargo si un ebook no te ha gustado, qué haces con él, queda almacenado en la estantería virtual de alguna aplicación de lectura. Pero nadie más puede verlo, no lo sacarás para quitarle el polvo, ni mirarás si te has dejado un puntolibro entre sus páginas, tampoco irás a releer la dedicatoria que quizás alguien, que se ha cruzado en tu camino, haya querido dejarte escrita en la primera página.

¡Ya estamos en 2017! y suena a futuro pero es el presente. Vienen los reyes cargados de regalos y la mayoría de las personas está todavía entre turrones y polvorones pero yo ando con los nervios a flor de piel porque solo pienso que “pasado mañana” es Sant Jordi y hay mucho por hacer. Siento que el país lleva aletargado desde el “black Friday” que os recuerdo fue el 24 de noviembre y como hubo el puente-acueducto de la Purísima sumado a más ganas de vacaciones de navidad, con tanto empacho de fiesta y de parón nacional, aquí todos a correr porque se pasa el año en cuatro días. Y los objetivos de principio de año, como nos descuidemos, ya mejor los dejamos para el siguiente por aquello de no precipitarnos. 

Para los lectores curiosos, no he hecho lista de propósitos como anuncié en Facebook, solo quiero acabar los que me faltan de 2016, que son muy pocos. Cuando haya acabado esos pues formularé nuevos, siempre me queda llegar a tiempo para el año nuevo chino que es en febrero. De hecho ahí empieza siempre mi año. ¡Sed felices!

jueves, 29 de diciembre de 2016

2016, palabra de mujer


Así empezaba el post del año pasado, la verdad es que podría empezar este de la misma manera, pero gracias a los resúmenes del año 2016 de mi propia vida que me ofrecen las empresas como Google, Facebook y demás plataformas recapitulo y descubro que ha habido más momentos buenos que malos.

Cuando salgo a correr es como meditar en movimiento, entro en un estado de concentración en el que aparecen ideas en mi cabeza de una forma clara y nítida. Hace unos días, en mi última carrera, la frase que me regaló el universo fue: “si he llegado hasta aquí leyendo lo que leía, tengo que cambiar de lectura, descubrir nuevos libros”. Estoy en ello con todas mis fuerzas.

Si bien, ha sido un libro, o mejor dicho un ebook y una escritora que me ha marcado este año 2016: Lucía Ros, una joven periodista, algo cabezota, que a pesar de su juventud posee un gran sentido de la vida en pareja y me ha enseñado el papel de la mujer como herramienta de cambio en su propio destino.   Espero poder demostrar lo que os digo con hechos y producir contenido durante el 2017 que refleje lo aprendido. Su novela Encuentros bajo la piel, la hemos clasificado de romántica, con un argumento lineal, fácil de leer,  el núcleo de la trama es una mentira: Un beso indebido.

Alguno de vosotros puede pensar que eso es infantil o sin importancia pero la mentira es la semilla de un tumor en la vida en pareja. No hay mentira pequeña ni justificable. La sociedad protege y promueve la mentira, la tolera y le da credibilidad. La convierte en verdad y eso es una causa de destrucción masiva de muchas estructuras: familiares, políticas y económicas.
Encuentros bajo la piel,  ha sido la novela que me ha hecho cuestionarme muchas cosas. En ocasiones cosas sencillas nos revelan grandes misterios. Evidencias que las tenemos delante y nos acostumbramos a ignorarlas. En este año 2016 ha muerto una ridícula parte de  mí para renacer todo el resto, infinitamente más grande y poderosa.

En el año 2015 afirmaba que dejaba mi piel por el camino, en el 2016 se me ha quedado también algún órgano, literalmente hablando. Pero el renacimiento vale la pena. Junto a la piel y mi riñón a medio funcionamiento, dejo muchas personas. Amigos que los creía así, gente que solo eran buenos para fiestas, ejércitos de zombis que pueblan la tierra, adoradores de las mentiras, les recuerdo que la verdad descansa en el silencio,  que yo vivo…VIVO cada minuto con aire fresco y libertad escalofriante. Llego al 2017 prácticamente desnuda, sin dinero, sin amigos “de los de antes”, pero con nuevas hermanas y nuevos amantes que están cuando los necesito, sin pedir nada a cambio, sin mentiras ni falsas expectativas.
Llego al 2017 con una nueva faceta de madre, nunca pensé que mis hijos serían mi mejor inversión, ellos me han devuelto algo que es impagable: me han recordado quien soy. Me han empujado a romper con todo, sin miedo,  juntos reímos y lloramos por igual, sin vergüenza. La música nos protege y YouTube nos ilumina en los momentos de oscuridad.
O sea que SÍ, afirmativo, 2016 ha sido un buen año, duro, pero determinante y feliz, 
 2017 pinta bonito(*).
 ¡FELIZ 2017, nos leemos pronto!

·         
((*)Expresión que decía Miguel Ángel Azpitia, siempre en mi memoria

miércoles, 21 de diciembre de 2016

Ya es navidad, ¡otra vez!

Hace días que no escribo porque salgo de un periplo personal,  por si alguien no acaba de entender el término periplo, se refiere a realizar un viaje con regreso al punto de partida. 
Parece ridículo un viaje a niguna parte, pero sí, a veces, reencontrarse uno mismo tiene su dificultad. Suena bastante simple o incluso estúpido por aquello de decir ¡cómo diablos te puedes olvidar de ti mismo en tu propia vida! No sé explicar bien cómo ocurre, pero que sucede es bien cierto y doy fe de ello. Seguiré trabajando en cómo explicarlo después de navidad, porque YA ES NAVIDAD, otra vez.

Los medios de comunicación se llenan de anuncios de colonias, juguetes y ONG’s, entre tanto estrés consumista la gente piensa en aquellos que no tienen las mismas oportunidades que nosotros. Tal vez deberíamos ser nosotros los que pensáramos si lo que hacemos vale la pena.

 En mi caso, a pesar  del caos político mundial y el personal no puedo evitar volver a emocionarme por navidad y he decidido ser anfitriona de ella. A pesar que las fuerzas electrónicas se conjuran en mi contra: tengo el horno averiado, una puerta estropeada y demás remiendos caseros por hacer, decido ser anfitriona de los sueños de los míos porque cada día somos menos y más viejitos. Hay que regalar tiempo compartido aunque los regalos, los que se envuelven en papel, no sean lo esperado, las risas y los momentos que disfrutaremos serán únicos e irrepetibles.

Yo ya tengo mi regalo: la estrategia comercial de 2017. Hace justo un año ni imaginaba que algunos títulos de Marlex  estarían en las librerías, sí, más despacio de lo que mi inquietud comercial desearía, pero están. Y tenemos que estar más y mejor. Nuevos formatos y nuevas obras por las que trabajar, títulos del extranjero,  sin olvidar “nuestra cantera”, obras para adaptar y nuevas aventuras que seguro nos depararán el año próximo. Solo quedan cuatro días laborables, operativos, antes de  que se acabe el año y en ellos tenemos que dejar trazadas las líneas a seguir, evitaremos así un viaje a ninguna parte, seremos los capitanes de nuestro sello y navegaremos hacía nuevos puertos.

Pero ya hablaremos del próximo año la semana que viene, ahora solo importa que es NAVIDAD,  otra vez.
¡Ah!, no os olvidéis de regalar lectura, en papel o ebook, pero siempre lectura.
¡Felices fiestas!
Post de hace un año: Supervivencia navideña



miércoles, 7 de diciembre de 2016

De internet al papel

Justo en la semana en la que se hace público que Amazon abrirá su primera tienda física en Seattle, EEUU, su ciudad natal, se confirma lo que hace tiempo que decimos en Marlex:el salto de internet al mundo físico es posible.  
Salvando las comparaciones, nosotros también nacimos siendo solo digitales y ahora se cumple el primer mes de  nuestra entrada en las librerías. Es maravilloso ver cómo todo cambia y se transforma. Nuevos formatos y nuevas formas de pago se desarrollan y dejan pasmados a entidades bancarias que pretenden seguir castigando a sus clientes con comisiones. Seguir mirando al mundo con desdén porque piensan que rendimientos pasados  tienen que asegurar sus beneficios futuros. No se han aplicado la filosofía que tan prepotentemente indicaban a sus clientes, y ahora, aunque se agarren con uñas y dientes a su mediocridad burocrática,  se convierten en productos no asegurables y financieramente inviables. 
Esto lo dirijo hacia la banca española porque ha llegado al día que es más agradable tratar con un cajero, al cual le puedes dar un puntapié sin que se queje, que lidiar con algunos cajeros de carne y hueso que parecen tener serios problemas para leer instrucciones básicas de sus propios prospectos.
Más o menos pasa lo mismo en el mundo editorial, siguen luchando por no apostar por nuevos formatos, nuevos escritores, y la mayoría prefiere no cambiar antes que adaptarse a los cambios que se establecen sin permiso de nadie.

En mi caso, más que adaptarme, prefiero inventar y provocar el cambio. Aunque duela, algunas decisiones son hirientes, hay que descartar y elegir, apostar sin ver del todo.  Delegando en nuestro instinto constructor de ideas y de nuevos formatos. Hay que confiar en nuevas personas y levantar el pie para pisar un puente que parece de cristal  pero si no pisamos, no sabremos de qué tipo de material es ese nuevo camino.
Puede que alguien piense que arriesgo, yo lo considero una apuesta segura a la opción de seguir avanzando pero, ante la duda, me sumerjo en mis lecturas presentes a sabiendas que no me defraudarán, nunca.
Los nuevos títulos que entraremos en papel en las próximas semanas son los siguientes:


Malva,  una aventura de amor juvenil entre razas invasoras, una historia de adaptación y lucha escrita en forma de diario.

Jennifer Palau









El hombre que no entendió a Newton, lo considero un cuento maravilloso que nos enseña a entender nuestras discapacidades y  la importancia de pertenecer a  algún grupo o colectivo humano por extravagante que sea.



Jorge Márquez







Sin más, os dejo porque tengo que seguir leyendo, pero os recomiendo una canción para que os pintéis la cara color esperanza y quitarse los miedos, dejarlos ahí fuera...






martes, 29 de noviembre de 2016

Ando apagada pero no fundida

Para ser fiel a la filosofía de este blog, debo escribir sobre lo que me ha pasado esta semana. Eso me obliga a volver a hablar sobre la muerte y sobre la tensión de publicar en papel.

La muerte me vuelve a rondar, no directamente pero sobrevuela amenazante a familiares muy cercanos y queridos. Ante la extraña sensación que produce el diagnóstico de un cáncer, independientemente del estado o la fase en la que se encuentre, no se si será por mi madurez o por mi cansancio vital pero mantengo la calma. Una falsa calma disfrazada de sentido común que me recuerda que es parte de la vida, la muerte. “Es ley de vida”, me obligo a pensar. Quiero atar mis emociones y controlar. Gestionar los miedos de niña pequeña que llevo puestos porque si les doy rienda suelta me pondré a patalear contra el suelo maldiciendo al destino. Pero deseo ejercer y usar todos mis años para mirar a la muerte con calma y volverle a recordar que “de aquí no se va a llevar a nadie más, al menos hasta que yo lo diga”.

Cuando empezó esta nueva etapa de hospitales, café de máquinas y sesiones de quimioterapia, mientras bajaba en el ascensor sentí la muerte a mi lado, la miré directamente, mi calor se impuso a su extraordinario frío. Mi luz a su oscuridad, la miré a su vacío y me sentí más fuerte que ella. Ella es solo muerte, desea ser humana, pero es solo un trance, una trabajadora a tiempo completo para los caprichos del destino. Nunca se equivoca, su existencia es eternamente monótona y aburrida. Es una simple operaria, ejecutora de órdenes de alguien de más arriba o de más abajo, allá cada uno.

Qué más quisiera la muerte que ser yo, poder vivir todo lo que yo vivo en una hora, en un día. Poder soñar y desear lo que yo deseo. Ella no sabrá nunca qué puede suponer perder a un ser querido, porque no tiene ninguno. Está sola. Sola en la galaxia, en el destino, en la física cuántica. Nadie ha descubierto una fórmula que le conceda presencia física, que le otorgue el privilegio de materializarse aunque solo sea a través de una tiza y dejar su esencia vital en una pizarra. Si es que me da hasta pena ser muerte, porque yo soy vida.

Y mi vida tiene muchos nuevos retos cada día, uno de ellos laboral, la gestión de los títulos impresos en papel: los nuevos tiempos de producción, nuevas formas de comunicación, y ritmos distintos de gestión. Cada día es una pequeña aventura que me permite hacer algo que desearía la mismísima muerte: hacer realidad el sueño de otro, en este caso de vosotros, escritores y el poder ver vuestras obras en manos de lectores.

Por todo esto ando apagada pero no fundida (*), ando rompiendo con todo pero no para siempre, ando enfadada con muchas personas pero no amargada ni herida. Porque no soy una víctima de la muerte sino una guerrera de la vida.

Os recomiendo Ambkor, un grupo de rap barcelonés, esta canción me encanta



miércoles, 16 de noviembre de 2016

Peleas de escritores

Los que leéis este blog sabéis que normalmente comparto experiencias que me han sucedido durante la semana. Vivencias que tengan que ver con los escritores y las obras que publicamos. En esta ocasión, el centro de mi atención ha sido para dos escritores, entenderéis más adelante que no identificaré ni sus nombres ni a sus obras, que se han enfrentado entre sí usándome  a mí como interlocutora.

Dicho en una frase: dos escritores publicados en nuestra editorial se han enfrentado y se han recriminado el estilo “pésimo” de cada uno de ellos. ¡Ha sido una experiencia única!

Supongo que estaréis pensando por qué me he inmiscuido en una discusión ajena. Pero tenía que cumplir mis tareas de representante de escritores, y en ellas está la de hacer llegar la opinión de uno hacia el otro. Di mi palabra que lo haría y así lo hice.

He disfrutado de ver qué capacidad tan creativa puede desarrollar el ser humano, y todavía más y mejor el ser humano que es escritor, para atacar verbalmente a un contrincante. He disfrutado ante el análisis de cada uno respecto a la obra del otro, además de que se tratan de un hombre y una mujer, con estilos totalmente opuestos y géneros  distintos.

Alguno de vosotros puede opinar que debería  haber puesto  paz entre ambas plumas, pero de hecho es que ha resultado inspirador, y os recuerdo que ya grandes figuras literarias -Vargas Llosa y García Márquez, entre muchos otros-se han enfrentado tanto físicamente  como verbalmente.
Personalmente creo que la tensión sexual es muy mala consejera y creo que no hay mejor manera de empezar una relación que discutiendo, siempre desde el respeto y la inteligencia. De hecho yo he forjado mis amigos de la infancia gracias a peleas y  malos comienzos. Tal vez parte del encanto  de la amistad y de cualquier relación entre personas o personajes radica en el enfrentamiento, en la atracción no explícita pero sí deseada, en el  aparentar “no querer” pero  anhelar que suceda… Quien sabe si algún día en el pequeño ámbito de  Marlex Editorial nacerá una relación nueva entre escritores de géneros “literarios” opuestos y enfrentados.

Lo que sí os prometo es que las aventuras en esta peculiar familia no han hecho más que empezar.