Guerra de sexos también entre escritor-lector
Puede parecer
raro pero creo, es una opinión personal lejos de ser científica, que los temas
escritos por hombres son más leídos y entendidos por mujeres, y viceversa.
Hombre y mujer, ying y yang del Universo |
Cuando hablamos
de crear personajes y darles un alma, una vida en papel que sea creíble para el
lector, que le haga ver por los ojos del
protagonista, sentir las caricias que recibe… Puede parecer tarea sencilla, y
existen muchos casos de éxito, pero no lo es.
Si reflexionamos sobre situaciones de
relaciones entre géneros siempre hay uno que se entrega y el otro que observa y
dirige. Es el narrador de la situación, es el que puede decidir sentir en
primera persona o bien mantenerse dentro de la escena percibiendo las emociones
pero sin abandonarse a ellas.
Los buenos
escritores son narradores de la vida, siempre alertas, siempre a la caza de las
experiencias, buscándolas e incluso provocándolas pero tal vez no puedan sentir
lo mismo que los personajes que inventan porque ellos se entregan y se abandonan
completamente sin pensar en cómo contar lo que sienten.
Desde el respeto
y la precaución que representa generalizar, después de revisar una lista bastante
grande de autores llego a la siguiente conclusión, nada científica: casi todos los escritores desarrollan
personajes que coinciden con su género. Y que solo los escritores de una gran
calidad son capaces de desarrollar protagonistas, de esos que dejan huella, del género opuesto al suyo.
Quiero mencionar
dos de nuestros autores, Felip Ródenas, En el mirador de los sueños, desarrolla
un personaje femenino extraordinario, Carmen, mujer andaluza, ejemplo de madre coraje, amante,
sensual y que hace realmente imposible evitar que el lector se enamore de ella
y quiera saber más sobre la vida del personaje.
Miguel Ángel Azpitia, Las Sebastianas, desarrolla dos personajes
femeninos que descubrirán el sexo a una edad en la que la gente se olvida hasta
de vivir. Miguel Ángel describe magistralmente una relación lésbica dulce,
entrañable y con toques de humor, factor todavía más complicado de usar en
literatura.
Existen muchos
ejemplos en la literatura comercial contemporánea como la escritora Mary Shelly
creadora del personaje masculino, Frankstein, o bien la inmortal Agatha Christie y su personaje Hércules Poirot o la archi premiada escritora
americana, Donna Leon creadora del detective Guido Brunetti, que nos ha hecho enamorarnos a todos de Venecia donde hasta la muerte es más dulce y bella.
Hombre y mujer,
ying y yang del Universo, unidos en alma y separados por criterios sociales.
Solo puede entender plenamente a una
mujer un hombre, y viceversa.
La profesión de
escritor no tiene una aplicación, todavía, en la que se puedan descargar los
elementos necesarios para construir un personaje protagonista de éxito. Tal vez
algún gran almacén como Ikea se le ocurra una sección nueva donde “construir
personajes”, ya me imagino un pasillo para besos, caricias y abrazos de
película para cautivar a lectores insomnes.
Nota: cuando hablo de pareja, hombre mujer, me refiero al concepto más amplio de unidad de dos, indistintamente de la condición sexual de cada componente de la unidad. O sea, es aplicable a parejas heterosexuales y homosexuales.
Nota: cuando hablo de pareja, hombre mujer, me refiero al concepto más amplio de unidad de dos, indistintamente de la condición sexual de cada componente de la unidad. O sea, es aplicable a parejas heterosexuales y homosexuales.
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