miércoles, 6 de julio de 2016

Un banco de Central Park

Nada más inspirador que un paseo por el refrescante Central Park de Nueva York , durante unos días ha sido parte de mi día a día, la última tarde decidí coger mi diario, el de papel, os hablé de él  en el primer post de este blog, siempre lo llevo en los viajes, pues en esta ocasión lo he usado.  Entré en el parque al estilo Meg Ryan en la película “ Tienes un email” (*), intentando encontrarme con mi idílico amor del ciberespacio, a pesar de haber ciento de personas corriendo, en bici, o sentadas por todas partes, solo conseguí encontrarme conmigo misma.

Después de varios kilómetros de agradable paseo escogí un banco para sentarme. No era un banco cualquiera, era el banco de un tal Sr. Jack Gatenberg, al parecer padre y marido querido y amado. Al leer la placa pensé en levantarme rápidamente como si molestara la memoria del supuesto señor fallecido.  Pero inmediatamente me di cuenta que todos los bancos tienen esa plaquita (*)…con lo que me relajé y saqué mi diario intentando no perturbar la paz del banco en sí mismo.

No hablaré de lo que anoté en el diario porque es alto secreto personal sin interés alguno para el resto de la humanidad, pensé que podría ser una situación idílica para cualquiera de nuestros escritores, el estar allí y en ese momento, ellos se hubieran inspirado y hubieran entendido las musas que susurraban en la suave brisa, podrían haber desarrollado un capítulo o tal vez solo una línea de alguna nueva obra que duerme en algún cajón solitario de su creatividad.
Muchas veces después de leer una novela que cuenta una historia de esas que recordamos perfectamente durante años y de las que nos hubiera gustado vivir en primera persona, pensamos que el éxito es por la historia en sí misma, y no es así, el arte y dificultad reside en cómo contarla, cómo dosificarla y darle forma capítulo a capítulo.
Pero desafortunadamente para el mundo literario la que estaba allí, en aquel banco del Sr. Jack Gatenberb , era yo, y a mí solo me susurran ideas de comunicación, marqueting y estrategias, también alguna determinación personal de realización a largo plazo pero eso os lo explicaré mejor en persona. ¡Prometido!


*En Central Park existe la posibilidad de dedicar el banco a alguien o bien firmarlo para tu propio recuerdo, por la cariñosa cantidad de 7.500 dólares eres patrocinador de un banco en Central Park, claro que si deseas una placa en cualquier otro espacio el precio asciende a 25.000 dólares.

*You got an email, 1998, comedia romántica dirigida por Nora Ephron  interpretada por Meg Ryan y Tom Hanks

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