miércoles, 14 de septiembre de 2016

Sexo, solo sexo


Portada boceto, estamos trabajando en ella
Hoy toca hablar de sexo, complicado, parece. Lo podía hacer desde el aspecto científico, o el filosófico, o bien desde el antropológico, cultural, fisiológico, o pedagógico…Pero  lo haré desde el literario.
Si bien la vida y mi profesión me ha llevado a cambiar mucho mi criterio sobre el sexo, gracias a nuevos proyectos editoriales basados en estudios de sociedades matriarcales en el mundo actual y gracias a novelas eróticas que han llegado a nuestra editorial y sobre las que hemos trabajado para adaptarlas a nuestros matices y a nuestra rígida sociedad europea,  he aprendido a descubrir las ventajas que tiene el hombre, como escritor, para desarrollar temas de sexo.
Curiosamente, si buscamos listas de las mejores novelas eróticas aparecen autoras y novelas recientes,  y lo hacen por sus ventas e inversión en marketing editorial pero no  por su calidad narrativa. Ahora es cuando me voy a volver a posicionar como “machista”, como me acusan habitualmente, pero precisamente todos los bestsellers que corren por los ranking de ventas son justamente eso: machistas y sexistas.
Nos venden la moto de ser liberadores por describir relaciones sexuales condicionadas a la búsqueda de dinero o a la superación de las frustraciones personales de mujeres, madres, al borde de la histeria permanentemente. Caricaturizan prototipos humanos que acaban siendo modelos para las nuevas generaciones.  Se vanagloria la prostitución como si por ser mujer, cuando necesitas dinero, ya sabes…te prostituyes y listo. Por describir con palabrotas  o usar el verbo “follar” no nos liberan como lectores.  
La naturaleza es sabia, y nos ha hecho a las mujeres multiorgásmicas para disfrutar mucho más que el hombre y compensarnos por el hecho de tener que parir. Esa es mi teoría personal, nada científica ni académica. Ello permite que la mujer consiga el éxtasis a veces solo con una acaricia mientras que el hombre permanece atento y expectante, disfruta mirando a su compañera y percibiendo cada detalle de la escena. Eso lo convierte en un buen narrador. Puede describir todo lo que ve aunque las mujeres tenemos a nuestro favor,  lo mucho que sentimos y el camino hasta llegar a esa sensación llena de matices y tonos sensitivos distintos. La mujer cierra los ojos, el hombre disfruta mirando, ¡siempre!
Con todo esto os quiero presentar nuestra nueva novela en ebook, Traición y deseo de Alfredo Cano, la hemos etiquetado de erótica. En ella el sexo es explícito y es la principal relación entre los protagonistas, secuestrados por una red de narcotráfico,  serán usados y abusados por esta a través de operaciones de venta de drogas a nivel internacional. Algunos momentos puede parecer poco creíble pero os pido que abráis vuestra mente y entendáis que el ser humano puede relacionarse mediante el acto sexual en situaciones de estrés,¡ qué puede haber más liberador! El sexo puede ser un refugio en el que se busca protección y cariño, en Traición y deseo los protagonistas lo encuentran. La amistad más pura es aquella en la que se comparte sexo  sin pretender nada más, un sexo generoso y reparador.

Nota: no he indicado ningún título de novela erótica de los listados porque todos podéis intuir a qué obras me refiero, siempre lo digo desde el respeto hacia el autor o autora, pero no quiero ayudar a difundir obras que la calidad y el tratamiento de personajes deja mucho que desear.
Fuentes :
Estudios de Louann Brizendine autora de El cerebro masculino, El cerebro femenino
Estudio de Kinsey sobre comportamiento sexual  de hombres y mujeres en 1940, EEUU
Película Kinsey, del 2004, protagonizada por Liam Neeson dirigida por Bill Condom

3 comentarios:

  1. Uno de los valores fundamentales del ser humano es: La libertad.

    Tantas veces nos encontramos auto limitados y atrapados para salir de esquemas “socialmente aceptados” y perdemos la libertad de abrir nuestras mentes hacia otros que pueden existir.

    No me cabe la menor duda de que existe el SEXO SANADOR.

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    1. La forma de vida occidental está muy traumatizada por las imposicionas religiosas durante siglos, de todas las religiones monoteístas. En todas se penaliza el acto sexual como forma de relación social. Y todavía más se persigue a la mujer como elemento sexual y se la castiga...Ya toca empezar a superar tanto dogma, porque hasta los ateos y agnósticos han sido educados bajo esos criterios.

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  2. Ardo en deseos de leerlo. Además de que orgullosamente conozco al autor

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