Una vieja película de magos y personajes fantásticos decía “ la
magia está en todo”, también en las historias y en los libros. Creo que los libros llegan a nosotros a veces
en extrañas circunstancias. Aquí va un ejemplo:
Foto mientras escribo el artículo |
En el 2004 quise comprar mi primer libro de papel por
internet, todavía desconfiaba de los métodos de pago y había muchos rumores de
las estafas y de la poca fiabilidad de las compras por ese medio. No recuerdo que título escogí para comprar
originalmente, lo importante fue que decidí comprarme un libro y regalármelo
para mi cumpleaños, que es en febrero.
El proveedor en cuestión me ofrecía la posibilidad de elegir incluso el papel para
envolver, y así lo hice. Seleccioné uno rojo y brillante, un dedicatoria corta
y divertida…Y pagué los casi diez euros que me costaba. Los días pasaron,
también las semanas y no me llegó ningún paquete. Tampoco ninguna notificación
del proveedor por email. Decidí actuar y pregunté por mi compra algo resignada
a perder mi dinero. Pero un escueto
email me informaba que el título que había solicitado estaba agotado. No me proponían ninguna solución. Y yo no
supe qué decir. Y así, sin hacer nada, pocos días antes de Sant Jordi, el día
del libro, lo que representa a mediados de abril, llegó a mi casa un pequeño
paquete. Entre bolitas blancas y sin envoltorio de regalo, ni dedicatoria, apareció un diminuto libro que
llevaba por título: “ La búsqueda de los diez toros del Zen” autor desconocido,
versión de Osho. Las hojas estaban algo
amarillentas y tenían, de hecho todavía
tiene, trozos de papel pegado en algunas
de ellas.
No puedo ver vuestras caras mientras leéis esto pero me las
imagino. Son exactamente igual que la mía mientras ojeaba el libro. Tengo que
reconocer que me gusta la filosofía Zen y Taoista pero desconocía totalmente esa obra que
resulta bastante difícil de leer.
Lo que yo no sabía es que mi vida iba a cambiar tanto a los
pocos días de haber recibido el libro, necesité mucha filosofía y meditación
para absorber todo lo que me deparaba el destino. Y ese extraño y casi ridículo
libro acabó siendo de mucha utilidad y
relevancia en mi vida, se convirtió en
una muleta moral que me aguardaba cada noche en mi mesita de noche.
Aquí lo tengo, pegadito a mí, mientras escribo este
artículo, a veces pienso que solo se entienden sus escritos cuando tú lo
necesitas.
Reconozco que el género "autoayuda" está casi al final de mi lista, es más ¿por qué se llaman autoayuda si lo ha escrito otra persona? Pero reconozco que en cierta ocasión compré uno casi por compromiso a un conocido y también me sirvió para superar cierto trago vital. Lo tuve en el momento que lo necesité...
ResponderEliminarLo del género llamado "autoayuda" debe ser porque se ayuda a sí mismo el autor mientras lo escribe. ¿No? Si además ayuda a otros, eso ya es lo más. Reconozco que yo soy algo más filosófica que lo de autoayuda. Los considero un poco "chiclosos" y egocéntricos, y me hacen sentir idiota porque me dicen cosas que ya se y nunca hago...¡Mal rollito!
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