Mañana, día 1 de
abril es el Día Internacional de la Diversión en el trabajo, también el día 8
de abril se cumple 3 años de nuestra revista INÈDIT y la editorial está en un momento de cambio y
de internacionalización que no sé adónde nos llevará. El trabajo y la emoción desbordan el día a día. El hacer de una
pasión una forma de ganarse la vida no es ni tan sencillo ni tan bucólico como
algunas revistas de negocios nos quieren vender. Pero sí resulta divertido,
apasionante y desde luego nunca aburrido.
Empecé esta aventura
editorial con la distancia que da la experiencia de haber trabajado en empresas
de tecnología, creía que internet y la
digitalización me librarían del contacto personal y la implicación emocional en
cada nuevo proyecto. Crecí en una
familia de empresarios y ya sabía lo que significaba trabajar para uno mismo,
pero creí que sería más organizada, fría y calculadora para librarme de las
ataduras emocionales en un trabajo en el que nadie llegaría a conocerme
personalmente gracias a las páginas web y las respuestas automáticas de los
emails. ¡Qué equivocada estaba!
Cada cliente, ya
sean escritores o empresas en el área de prensa, se ha integrado en esta peculiar familia que es MARLEX EDITORIAL
en la que hemos llegado a conocernos de forma a veces tan personal que asusta.
Supongo que es un privilegio que tus clientes no solo
te exijan sino se preocupen por ti, y es lo que pasa en la edición. ¡Cómo
no trabajar así! ¡Cómo no esforzarse por las obras de escritores que te envían
mensajes como “ descansa y respira,
mañana ya seguirás”, o “ ¿cómo está
tu perro, ya lo paseaste?”, escritores que comparten su día a día: si se
han enamorado, envían poemas, si están deprimidos, me envían una foto de algún
yogurt o helado…¿Cómo no arriesgar y salir a comerme el mundo por clientes así?
Además, eso es diversión, de la buena, de la de calidad, porque todos sabemos
que estamos al otro lado de un email o un post en Facebook, todos cuidamos de
todos.
Ahora ha llegado el momento de internacionalizar la
diversión y crecer, sin perder el espíritu de empresa familiar, toca crecer o morir, toca metabolizar el
miedo y las inseguridades que siempre llevo puestas y decirle al mundo que
se divierta con nosotros, con nuestras historias y que serán bienvenidos a esta
pequeña gran familia editorial. ¡Pase lo
que pase nunca dejaremos de divertirnos!
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